María en una crisis con su marido empezó a chatear con un chico de Santander y se enamoró perdidamente de él. Se conocieron y todo pero el la engaño diciéndole que era un empresario vasco. A los meses María recibió un correo electrónico advirtiéndole de la verdad, diciéndole que en verdad era pintor de brocha gorda y que había engañado a otras siete u ocho mujeres más.
Engaños por el chat
Redacción Radiolé 27/09/2011, a las 11:53