A Julia le parece una locura, ya que no se quiso casar por que no tenía dinero y por que tenía que invitar a mucha gente, y ahora para el bautizo invita a 150 personas. Se ha gastado más dinero en los recordatorios que en el menú de todos los invitados. Juli no lo entiende mucho, pero le ha tocado pagar a ella la mitad.