Así podría ser cualquier día de nuestra amiga Sandra a la que le falto muy poco para que su padre la llamase “Cabeza”. Menos mal que sus hermanas estuvieron atentas para que no fuese así porque ¡¡menudo cachondeo podría haber habido!! Finalmente le pusieron Sandra (menos mal) pero… de segundo… lo lleva: Sandra Cabeza. Y todo viene porque su padre es muy seguidor de la virgen de la cabeza.
Cabeza por cabezonería, ¡qué cabezón!
Redacción Radiolé 10/05/2012, a las 12:17