Los hijos de Daniel lo traen por la calle de la amargura… resulta que con sólo 4 y 8 años son dinamita en estado puro, dicho de otra manera… nerviosos como ellos solos. Hasta el punto de que si están los dos tranquilos Daniel y su mujer tiemblan porque a saber qué estarán tramando. Lo ultimo… han agujereado la pared!!