Hace muchos años en casa de Maribel, no había mucho dinero, y su hermano quería hacer la comunión pero no tenían dinero para el traje, así que se lo pidieron prestado a su colegio, así que se lo dejaron, pero la madre de Maribel, que era muy lista después de hacer la comunión se quedo el traje y lo tiño de otro color, y se lo quedó. Los profesores cada vez que iba a clase le preguntaban al niño por el traje y les decía que ya lo había llevado, por que lo llevaba puesto, pero no se daban cuenta. El mismo traje lo utilizaron para la comunión del otro hermano más pequeño.