¿Quien le iba a decir a Pilar y a sus amigas que la estatua que tenían en frente era un mimo? Y es que menuda tardecita que pasaron cuando vinieron a Madrid, que a una de ellas se le ocurrió la genial idea de darle un "golpecito" en el hombro al mimo para demostrar a sus amigas que era una estatua de verdad… a lo que le respondió el mimo "Señorita, ¿Por qué?"…
La confusión entre un mimo y una estatua real, con un final infeliz
Redacción Radiolé 16/01/2012, a las 13:08