Su mujer tenía muchos desajustes hormonales y el ginecólogo le recetó pastillas anticonceptivas. Ella no sabía que esas pastillas, además de regularle el ciclo, prevenían embarazos. Manuel dice que se perdió lo mejor de la vida porque hasta que no salió de la mili no se enteró de que ni hacía falta usar preservativos, ni la marcha atrás.
¡¡Mejor precavido, que descuidado!!
Redacción Radiolé 15/05/2012, a las 12:23