Al abuelo de Bárbara le dieron una semana de permiso en la guerra por tirarse un «chusco» enorme y reconocerlo delante del capitán. A éste le gustó la sinceridad con la que lo afrontó que como recompensa a su sinceridad le dio un abrazo, un puro y una semana de permiso. Si es que ante todo hay que ser naturales!!!!!