En el anterior concurso del alégrate del Café Olé Mª Teresa estaba pendiente de si le llamábamos. Y uno de los días se metió a la ducha y empezó a sonar su móvil, le dijo a su marido que le llevase el móvil al baño, cuando vio que era un número extraño empezó a gritar: alégrate. Pues era su hijo, y se empezó a reír tanto que tuvo que colgar por que estaba en el trabajo. Al final resulto que le llamaba para preguntarle a que hora era el entierro del padre de una de sus compañeras de trabajo que resultó que también estaba con él cuando le llamo.
Una confusión en un entierro… ¡¡ALÉGRATE!!
Redacción Radiolé 03/04/2012, a las 12:59