Ana María ha vivido una de las experiencias más duras de su vida: dos delincuentes le asaltaron por la espalada, le pegaron una paliza que estuvo apunto de dejarla en coma y todo por robarle las joyas que ella, sin oponerse, ya le había dado. Es cierto que llevaba casi 18.000 euros en brillantes pero lo más importante es que desde ese momento ella tiene miedo de pisar la calle