Más de 2 minutos de una emotiva e intensa emoción… así recibieron los más de 12.000 incondicionales que se dieron cita en La Cartuja a Isabel Pantoja en su multitudinario reencuentro con Sevilla. 2 minutos inolvidables y eternos que anunciaban una reaparición estelar y apoteósica.
Isabel Pantoja ha regresado a los escenarios por la puerta grande, y lo hace de forma magistral y para quedarse. El “sigo estando aquí” con el que comenzó su concierto en Sevilla fue la manera de demostrar su fortaleza y de reivindicarse como la primerísima figura de la copla y la canción española que es, la mejor forma de retomar su brillante carrera artística tras estos años de ausencia.
Ante los más de 12.000 seguidores llegados de toda España y entregados a su ídolo, la tonadillera impresionó desde el principio con su personalidad escénica y su maravillosa voz, por esa forma de llenar el escenario y de comunicarse con el público que solo está al alcance de unos pocos genios. En Sevilla, donde presentaba su último disco Hasta que se apague el sol, compuesto y producido por el recientemente fallecido maestro mexicano Juan Gabriel, toda esa magia se hizo mucho más patente.
La cantante interpretó en primer lugar varios clásicos del maestro azteca -“Del olvido al no me acuerdo”, “Abrázame muy fuerte”, “Luna”, “Hasta que te conocí”, “Por la señal de la cruz”, o la que da título al disco Hasta que se apague el sol– , y todos sonaron de manera majestuosa cantadas por Isabel Pantoja y la soberbia orquesta sinfónica que la acompañó durante toda la noche, 83 músicos dirigidos por el maestro Carlos Checa que mezclaron de manera magistral instrumentos clásicos con otros mucho menos convencionales como el bajo eléctrico, la batería, saxos o guitarra eléctrica.
En una perfecta conexión con un público que no paró de corear su nombre y lanzarle piropos entre canción y canción, y visiblemente emocionada durante muchos momentos del concierto, Isabel Pantoja desató la locura al cantar los clásicos que no podían faltar en este reencuentro, más tratándose de Sevilla, temas como “Marinero de luces”, “Se me enamora el alma”, coplas como “Nací en Sevilla” o “Ten compasión de mi”, o las sevillanas “Cuando paso por el puente”, “Algo se muere en el alma”, “Ese vestío que llevas” o “Qué también es de Sevilla”. Para al final, y ya bien entrada la madrugada, desbordar la emoción con la “Salve Rociera”.
De este modo brillante regreso la cantante trianera a su ciudad natal, dentro de una gira que ya había triunfado en Madrid, Barcelona, Santiago de Chile, Viña del Mar y Lima con auditorios hasta la bandera. Fue el grandioso y emotivo reencuentro con su gente, con Sevilla, con su arte, antes de continuar con el tour que la está llevando por toda España y que próximamente recalará en Murcia y Bilbao antes de llegar en octubre a América, donde ya ha confirmado fechas en Miami y San Juan de Puerto Rico.
No cabe ninguna duda, Isabel Pantoja “sigue estando aquí”.
