Carlos Ferrando ha estado esta mañana con nosotros y con Lucrecia en «Café Olé». Siempre es un placer reencontrarse con uno de los periodistas más influyentes de la prensa rosa y del mundo del espectáculo de este país. Son muchos los rostros populares a los que ha conocido y sobre los que ha escrito en sus 50 años de trayectoria en los medios. Desde Lola Flores a Marta Sánchez, nadie vivía ajeno al aguijón de Ferrando en sus columnas de «Diario 16»
Carlos Ferrando, además, era uno de los habituales de la noche madrileña en las míticas salas Archy y Bocaccio, dos de los templos de lo más chic de la movida, y conocedor de primera mano de todos los tejemanejes del artisteo patrio: «Mis amigos me decían que no querían salir conmigo porque luego lo contaba todo…hay unas edades en las que los recuerdos… cuando te vas haciendo mayor se van perdiendo los recuerdos…muchas noches me despierto y pienso en la cantidad de líos en que me he metido»
Carlos recuerda cómo su amigo, el productor Luis Sanz (descubridor de Rocío Dúrcal y Pastora Soler entre otras) le invitaba a los rodajes de sus películas. Allí se encontraba con «Las Miarma», el trío de amigas que formaban Lola Flores, Paquita Rico y Carmen Sevilla, que «eran muy amigas hasta que a las tres les gustaba el mismo hombre y no sabes la que se podía formar allí».
Carlos Ferrando mantuvo buena relación con Isabel Pantoja mientras la tonadillera rodaba «Yo soy esa». «A mí no me ha contratado Isabel Pantoja para nada, primero porque ella no da un duro a nadie de ninguna de las maneras. Cuando me llaman Ana Belén y Víctor Manuel para decirme que iban a hacer películas con esta señora me quedo muerto: «Yo era el jefe de prensa de aquellos rodajes y no sabes cómo fue mi encuentro con ella. Yo, antes de conocerla, la llamaba “mujer barbuda” y de todo. Y el primer día que coincidimos, recuerdo que la estaban maquillado, de repente se dio la vuelta y me dijo: “hola, me he afeitado para ti”. En ese momento llegué a la conclusión de que los dos nos íbamos a llevar muy bien. Y así fue durante un tiempo, hasta que me la quitó Encarna Sánchez”
Buena amistad también mantuvo con Marta Sánchez, a la que conoció nada más ser elegida como cantante de «Olé-Olé»: «Conocí y quise a Marta Sánchez al comienzo de su carrera y mira que era difícil quererla. Era una perla en bruto, pero muy bruto el material que había dentro. Estaban pensando qué hacer con su imagen y un día, en mi casa de Madrid, le enseñé un libro biográfico de Marilyn Monroe y dijo: “pero si esta soy yo” y le dije: “no, nena, tú no; es Marilyn Monroe». A día de hoy, cuando habla sigue siendo un poco torpe, pero cuando canta yo creo que es una de las mejores voces del pop español”.
Carlos Ferrando trabaja en un libro de memorias que pronto verá la luz. Será una de las mejores guías para revivir los años dorados del mundo del espectáculo desde la trastienda y bajo el prisma de uno de nuestros más queridos cronistas.
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