Mayra Gómez Kemp, la maestra, ha estado esta mañana con nosotros en «Café Olé».
Lucrecia, la encargada de enviar positividad a nuestros pipiolos, tenía hoy una misión complicada al charlar con la mítica presentadora, pero al final ha sido ella quien nos ha dado una verdadera lección de vida y alegría
Las alarmas saltaban hace pocos días cuando, en un diario de tirada nacional, Mayra confesaba atravesar uno de los momentos más difíciles de su vida. La muerte de su marido, Alberto Berco, al que estuvo unida casi cincuenta años, ha sido un duro golpe para ella. La conductora de «Un, dos, tres…», recuperada de su cáncer, vive tranquila y sola en su casa de Madrid, deseando que la pandemia le permita retomar la normalidad.
Repasando su trayectoria, Mayra ha recordado cuando tuvo que salir de Cuba, y emigrar a Puerto Rico, Venezuela, Miami…lo que hizo que madurara personalmente antes de tiempo. «Muchas mañanas me levanto y digo ¡Gracias, Fidel!, porque gracias a él no tuve tiempo de ser una adolescente gilipollas. Cómo comprendo a la gente de La Palma, yo también tuve que irme con lo puesto».
Mayra, que fue la primera mujer en el mundo que presentó un programa concurso en televisión, nos ha contado cómo fue el primer encuentro con Chicho Ibáñez Serrador. Ella llegó al espacio como actriz de la subasta, hasta que en 1982 debutó como presentadora titular de «Un, dos, tres…», sustituyendo a Kiko Ledgard, y con audiencias que rondaban los 24 millones de espectadores: «Me hace gracia cuando ahora leo que un programa con dos millones de espectadores es un éxito, ¿entonces nosotros qué éramos?» Años antes ya condujo otros míticos espacios como «Ding, dong» o el dominical «625 líneas», donde se avanzaba la programación de Televisión Española para la semana entrante. Y también probó suerte en el mundo de la música. Mayra, María Durán y Beatriz Escudero, secretarias del concurso, formaron el famosísimo trío Acuario, con el que recorrieron todo el país.
De aquellos años, Mayra guarda un maravilloso recuerdo, y también de las enseñanzas de Chicho «cuando leas la tarjeta, da igual si el premio lo pierden o lo ganan, dale siempre mucha emoción, pero sin pasarte, sin cabrear al personal. Si la gente espera y espera a que resuelvas, acaban cambiando de canal. Y eso es algo que deberían aprender los presentadores actuales».
La querida presentadora ha querido aclarar que su encierro no obedece más que a su sentido de la responsabilidad.
Sobre su situación actual, Mayra ha sido muy clara: «En este momento estoy como todos, resistiendo. Ha sido un año muy duro ¡parece que hemos vuelto a la Edad Media! Solo nos falta una plaga de langostas y que el Manzanares se vuelva rojo. Hay que seguir adelante, tenemos que ayudarnos unos a otros. Tenemos que ser responsables, el virus no ha desaparecido, debemos seguir cuidándonos. Estoy muy metida en casa, salgo solo lo necesario, pero por responsabilidad, no por otra cosa. No me he quitado la mascarilla, y me gusta ver que mis vecinos, todos, la llevan puesta. No me gusta ir disfrazada de Tortuga Ninja, pero debemos hacerlo».
Las palabras de un referente en el mundo de la comunicación de la que seguiremos aprendiendo siempre.
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