Francisco fue a que le adivinaran el futuro y se quedó igual que estaba. ¡¡¡El adivino no dio ni una!!! En la sesión Francisco se puso de los nervios y… perdió las cartas… literalmente porque se le cayeron al suelo… ¡¡¡Francisco ándate con mil ojos no vaya a ser que te haya puesto un par de velas negras!!!!