Salva y su mujer llevan tres años en lista de espera para recibir un tratamiento de inseminación artificial. Cuando por fin tienen fecha para empezar el tratamiento, por culpa de los recortes, resulta que despiden a los 3 biólogos que iban a llevar el tratamiento y se quedan, después de que su mujer ya haya empezado a hormonarse, sin posibilidad de acceder al tratamiento. Una pareja que, o cambia la situación, o tendrán que verse obligados a renunciar a tener hijos biológicos.
Una vida sin vida
Redacción Radiolé 17/01/2013, a las 14:10