En qué estaría pensando Ana cuando le dio por dejar a su hija abandonada en los cubos de basura… ¡¡cómo lo oyes!! La cara del padre era un cuadro pero la de Ana ni te cuento!!! aquello fue una locura!! Menos mal que unos buenos vecinos decicieron invitar a la niña a patatas y refrescos mientras volvían sus «queridos papis».