Fany, propietaria de una heladería en Málaga , se ha desahogado esta mañana contándonos ese momento en el que llegan sus clientes llenos de sudor y lo único que piensa es: «por favor, que no levanten el brazo para saludarme»… Pero sus deseos no son órdenes para ninguno… ellos llegan y ¡¡hala!! brazo «parriba»….