Por Manuel Francisco Reina
Única sesión en Madrid. Adaptación teatral y musical de la obra «Los Amores Oscuros«, cuya banda sonora ha sido recientemente publicada
VIERNES 12 DE MAYO – 23 hrs.
TEATRO RIALTO
Gran Via, 54 – Madrid
Sólo una figura contemporánea del talento de la intérprete y compositora Clara Montes podría sacar adelante un trabajo tan difícil como este: una adaptación dramática de la novela del escritor, dramaturgo y poeta jerezano Manuel Francisco Reina, la cual nos traslada a los felices últimos días de Federico García Lorca.
Con una carrera musical consolidada, la gaditana regresa con un disco muy especial: nos revela a través de canciones los secretos del poeta. Entre los temas de este disco, prodigiosamente acompañados por el guitarrista José Luis Montón, se mezclan parte del repertorio de Lorca y la Argentinita, con poemas de Federico, musicados algunos por la propia Clara Montes, y otros temas de repertorios cercanos a su clima poético.
Clara Montes es una de las artistas más singulares y completas del panorama musical español de nuestros tiempos. Mujer de voz poderosa y diáfana, que huye de encasillamientos y etiquetas, aúna en su persona un perfil de cantante, compositora e intérprete, de una diversidad musical y registros poco comunes. Inquieta, incansable en la investigación de nuevas y viejas músicas y potencialidades sonoras, al margen del respeto y el conocimiento profundo que profesa hacia el flamenco y la copla, en los que su padre la inició, antes de aprender a tocar la guitarra.
Clara Montes es una creadora que innova en la canción, pero que mantiene las raíces de lo más profundo y arraigado del flamenco.
Sinopsis reducida “LOS AMORES OSCUROS”
“Yo fui el último amor de Lorca y, tal vez, la razón de su muerte” […] así nos confiesa toda la carga de este secreto, guardado durante 75 años Juan Ramírez de Lucas, Antonio Campos, quien fue el último amor de Federico García Lorca, su amado Juan, aquel rubio de Albacete.
La adaptación dramática de la novela Los amores oscuros nos traslada a los felices últimos días de Federico García Lorca. El autor de Yerma disfruta de su consagración gracias al éxito como poeta y como uno de los autores dramáticos más aclamados. Pero lo que definitivamente convierte a Federico en un hombre pleno es su relación con un joven que, por primera vez, se compromete con él y le corresponde en un amor firme, maduro y apasionado.
Sin embargo, toda la felicidad desembocan en el trágico fin del poeta que su amado llevará toda la vida como una silenciosa carga. Conversando con Federico, con sus versos, encarnado en la figura cantarina y onírica de una mujer que podría ser la misma personificación de la poesía lorquiana (Clara Montes), la vida, la obra y los secretos de este joven y de Lorca se irán desvelando sobre la escena salpicada con los acordes en directo de la guitarra de José Luis Montón, Cierran el reparto como secretaria Ángeles Cuerda y Alejandro Valenciano como Lorca.
Una historia que ha conseguido atrapar a miles de lectores, avalada por una investigación y documentos inéditos entre el inmortal poeta granadino y el albaceteño Juan Ramírez de Lucas, poniendo de acuerdo a todos los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados sobre la importancia de recuperación de este legado desconocido hasta ahora.
El autor sobre su obra
“Federico García Lorca es un imán en el tiempo que concita una fascinación, una seducción que trasciende su propia obra, genial, más allá de su muerte, o incluso a pesar o trascendiendo la misma. Indisoluble de su naturaleza poética, o tal vez por ella, la raíz del “duende” o el “ángel” lorquiano esta enredada con la música, desde el principio. Su flamencura, su gusto por las canciones populares, pero también por la más alta concepción sinfónica que lo llevaría a frecuentar y colaborar con figuras como Pau Casal o Manuel de Falla, lo convierten en un adelantado, poética y musicalmente, que sigue enamorando a los contemporáneos.
Cuando me adentré en la complicada y sensible investigación de las relaciones entre Federico García Lorca y Juan Ramírez de Lucas, que celebra en este año 2017 el centenario de su nacimiento, quise plasmar las complicidades de Lorca con el mundo de la escena y de la música. Lola Membrives, Margarita Xirgu, Raquel Meyer, Manolo Caracol, Miguel de Molina, Rafael de León y, especialmente, Encarnación López Júlvez, conocida como “La Argentinita”. Con ella grabaría Lorca al piano el famoso disco “Canciones Populares” en 1931. Todo este mundo quedó reflejado en esta investigación plasmada en novela testimonio que fue “Los Amores Oscuros” y que es hoy pieza teatral y disco, del mismo nombre.
Sólo una figura contemporánea del talento de la intérprete y compositora Clara Montes podría sacar adelante un trabajo tan difícil como este, en el contexto, cuidadísimo, de este trabajo escénico mimado al milímetro por Juanma Cifuentes en la dirección, Felipe de Lima en la propuesta de vestuario e iluminación, y Antonio Campos, Alejandro Valencia y Ángeles González Cuerda, como compañeros de interpretación, y Carlos G. Navarro al frente de Albacity Corporation. Entre los temas de este disco, prodigiosamente acompañados por el músico José Luis Montón, se mezclan parte del repertorio de Lorca y la Argentinita, con poemas de Federico, musicados algunos por la propia Clara Montes, y otros temas de repertorios cercanos a su clima poético. “Los cuatro Muleros”, “Nana”, “Mi Amigo”, el tango “Pecado”-un tango convertido en himno para los que se amaban en la oscuridad de la condena por amar a los de su propio sexo ya en la época de Lorca y censurado durante décadas por el franquismo-, o “El Romance del Rubio de Albacete”, uno de los hallazgos de mi investigación para “Los Amores Oscuros” compuesto por una medio “toná” por la propia Clara Montes.
Y es que Clara Montes tiene anidada en la voz este “ángel lorquiano”, esa temperatura poética y flamenca a la vez. Posee el encanto de la Argentinita pero, desde su propio temperamento artístico, la capacidad del respeto por los modelos sin convertirse en una mímesis, aportando una capacidad de emocionar desde la desnudez más profunda y sentida de su canto. Es este algo más que un disco para una banda sonora de una obra de teatro. Es ya un clásico, lleno de sensibilidad y talento, de verdad y emoción, que a mí me enorgullece y que, estoy seguro, hubiera encandilado al genial poeta de Granada. Una iluminación que hace valer la razón de este título, y su paradoja “Los Amores Oscuros”, son los obligados a la sombra de la prohibición y, por el contrario, ni el tiempo ha podido esconderlos de la luz que tanta pasión y talento irradian. La Montes, con su voz Clara, hace valer esta luz en su garganta y en el sentir de su alma.”