Quizá estaría bien que fuese otro el que te hablase de mi. Esto casi me recuerda aquello de descríbase a sí mismo en 20 líneas, pero sin preocuparme por el tamaño o tipo de fuente.
De mí te diré que amo la vida en toda su magnitud, con mayúsculas. Me rindo ante ella y disfruto cada pequeño milagro que me ofrece. Me detengo en cada sonrisa y me postro ante la sencillez de las personas. Así me gusta la gente, que no pretende ser más ni menos que nadie , con sus virtudes y defectos, producto de nuestro caminar.
Soy de los que piensan que todo tiene un sentido, que somos piezas de un gran puzzle de vida. Tengo la mayor bendición del mundo, mi pequeño motor de 20 meses, mi familia y a quién aguanta a deshoras mis desvaríos, mis amigos.
Después de pasar más de la mitad de mi vida trabajando en la radio te digo, que aquello que pareció una locura en su día, no sólo ha merecido la pena si no que ha conseguido que cada día cuente. Honro de dónde vengo y adónde voy.
Despierto cada día dispuesta a dejar que la vida me sorprenda. Hoy me trajo aquí, contigo.
Vamos a derramar lunares por todas partes, vestirnos con una sonrisa y a comernos el mundo que está ahí pa ti y pa mi… Eso si me dejas acompañarte.
Un beso