En referencia a la noticia del hostal de Madrid en el que los clientes pagaban 10 € por dormir en una silla, Isabel nos ha llamado para contarnos el calvario que pasaron en un hotel en Punta Umbría. Era finales de Julio, principios de Agosto y no tenían aire acondicionado, su marido tenía que dormir en el suelo o en la ducha directamente.
Fueron a abrir la ventana para que por lo menos entrase aire caliente y un señor les contesto, “buenas tardes” resulta que su balcón daba a una casa particular en la que se les veía todo. Por lo que tuvieron que pasarse todos los días con la ventana cerrada.