Marta este verano se fue de vacaciones con su novio (cari) a Oporto, y uno de los días estuvieron de ruta turística por la ciudad. Cuando llegaron a uno de los monumentos se encontraron con dos hombres vestidos de una forma muy rara. Uno de ellos estaba muy bueno.
Cuando de repente empezaron a gritar, “bomba, bomba, bomba”, cuando se quiso dar cuenta su cari ya había corrido 30 metros, y ella de los nerviosa que estaba (que le temblaban las piernas) no se pudo ni mover. Cuando llegó al autobús, el conductor le explicó que había sido… ¡¡una broma de cámara oculta!!!