Saray trabaja en el día de cajera, y el sábado el dijeron que no le podían renovar ya que sobraba una y le tocó a ella, pero aun tiene posibilidades de que le renueven más adelante. Así que cuando terminó el día y se puso a contar la caja vio que le faltaban 50€, la pobre se fue con un disgusto a casa increíble. EL caso es que el lunes le llamaron del día para decirle que había llegado una mujer a devolver los 50 euros que se suponía que le había dado Saray de más. ¡¡La mayor alegría de su vida!!