La primera vez que fue a casa de sus suegros a comer con su marido cuando eran novios tuvo la mala suerte de quedarse encerrada en el baño. Ella no sabía que el pestillo estaba roto, entonces lo hecho. Y como era la primera vez que estaba allí le dio vergüenza decir nada, por lo que se quedó encerrada casi durante una hora, hasta que su marido se dio cuenta y fue a por ella. Cuando salió del baño todos se empezaron a reír, y ella se quería morir de vergüenza.