Y es que Victor en sus años mozos era el alma de la fiesta, y ya si se juntaba con un amigo suyo, ni te cuento… y una de esas noches, en Ciudad Rodrigo, se pasaron un poquillo con las copas, y cuando iban por la calle se encontraron a un chico con una guitarra, y no se le ocurro otra cosa que cogerla (ninguno saben tocarla) y la empezaron a liar en la calle… ¡Ni os podéis hacer a la idea de la gente que se les unió!