Tal día como hoy, pero de hace 40 años, se ponía a la venta en el mercado de la música, un tema que cambió la vida a tres jóvenes madrileños de aquellos años. Sus nombres eran José, Nacho y Ana.
Hoy no me puedo levantar fue el trampolín de una banda que rompió récords de ventas y aún, a día de hoy, sigue siendo la banda que más discos ha vendido. Mecano sigue siendo todo un fenómeno sociológico dentro de la música pop de nuestro país. El single llegaría a vender más de 35.000 copias. Era todo un logro para la compañía CBS.
La canción con una temática cotidiana, habla de una mañana de resaca. Quizá la letra de la canción no tenía un contenido poético, pero que conectó rápidamente con aquellos jóvenes que vivieron de manera efervescente aquello que se conoció como La Movida madrileña; y que ansiaban quemar los rastrojos de la vieja dictadura.
El éxito de la banda no radica sólo en su amplia y excelente discografía. Tuvieron que abrirse hueco en un momento de la música en lo que lo mainstream iba por otros estilos y sonidos. Eran los años de Alaska, El Penta, Radio Futura, y multitud de grupos que sonaban a punk, glam o rock. El grupo rompió con la tendencia musical de esos años, pero no solo fue en la música. También fue incluso en cómo vestían.
Mecano no seguía la estela de los grupos de La Movida porque sus letras no eran reivindicativas. Tampoco lo fue en el aspecto estético. Ellos mismos dirían que “no tenían pinta de colgados”.
Portada del primer disco de Mecano
Aquellos años eran los primeros en los que se disfrutaba de una verdadera libertad en todos los sentidos y como muchos sociólogos han apuntado, España no debía quedarse atrás y tenía que pelear por ser moderna y no seguir manteniendo el halo de anticuado. Fue quizá el momento en el que se apostó por la cultura y que llegó incluso hasta la televisión. Es el momento de programas como La bola de cristal o el programa de La edad de oro.
El azar o el destino hizo que en la carrera de estos jóvenes madrileños se cruzara un cazatalentos como fue Miguel Ángel Arenas Capi, descubridor entre otros de Alejandro Sanz. Suya fue la idea que Ana dejara de ser corista para convertirse en la cantante principal de la banda.
Esos primeros discos que Ana, José y Nacho compraron a la compañía, fueron luego repartidos por todas las emisoras del país. Tanto es así que pasaron por la lista de Los 40 Principales pero salieron de ella a las tres semanas. Luego volvieron a estar incluidos porque fue un verdadero revuelo en la emisora local de Valencia.
Luego vendrían muchos más éxitos musicales como Perdido en mi habitación, Maquíllate, Hijo de la Luna, Una rosa es una rosa, Cruz de navajas, Barco a Venus o La fuerza del destino. Grandes giras que recorrieron hasta su disolución. Éxitos de ventas e incluso llegaron a vender un modelo de coche con el nombre de Mecano.
Después del los fastos del 92, Mecano y sus integrantes necesitaban un descanso (más que dominical) pero en ningún momento se vislumbraba la separación del grupo como tal. Años después en 1998 volvieron con un disco con nuevas canciones y los éxitos de siempre pero fue como el canto de un cisne. Cada uno se marchó por donde vino.
El verdadero juez del arte es el tiempo. Y pasados estos 40 años del primer éxito de Mecano lo cierto es que la combinación de talentos de sus integrantes, su gusto musical diferente a la moda que corría en aquellos años, su deseo y posicionamiento conceptual ante la música, entre otros muchos factores, los llevaron a alcanzar una dimensión internacional. Pasado el tiempo, sigue recordándose su estela. No creo que sea nostalgia.
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