Ella no lo sabía, pero toda su familia se lo decía, y es que roncaba muchísimo. Así que tuvo que ir al médico para que le diera una solución ya que en su casa no aguantaban más, ya que no dormían ni una noche, la única que dormía era ella. Pues el médico le dijo que la mejor solución era meterse una pelota de tenis en el bolsillo del pijama, en la parte de arriba, y según cuenta ella, fue mano de santo.