En Café Olé hay días que nos sorprenden los pipiolos, nuestros oyentes, y hay otros días en los que son los invitados al programa los que nos dejan sin palabras. Cada semana La Húngara nos presenta a las madres de lxs artistas de Radiolé, teniendo así la posibilidad de saber un poco más de ellxs de la mano de la persona que mejor lxs conoce; su madre.
Esta semana todo ha sido diferente: Esta vez no hemos hablado CON «la madre que lx parió», hemos tenido la suerte de hablar DE «la madre que la parió». Carmen Morales, la hija mayor de Rocío Dúrcal, ha estado charlando con Joaquín Hurtado sobre los momentos más desconocidos de su madre.
Es más que evidente la emoción que ha sentido el presentador cuando ha escuchado a la hija mayor de su artista favorita: «Para mi tu madre es la mejor artista que ha tenido el mundo, no España, el mundo. No hay un día en el que no escuche una canción de ella«. Y es que si para los que no la conocían Marieta (Rocío Dúrcal) era especial, para los que tuvieron la suerte de compartir ciertos momentos con ella era un ser de otro planeta (un ser de luz, que se dice ahora). Y Joaquín Hurtado es de esas personas, de las que están en el segundo grupo, de las que tuvieron la suerte de conocerla y de compartir momentos que se han convertido en inolvidables.
Carmen Morales nos contaba que no hay un solo día en el que alguien no le recuerde lo especial que era su madre: «Da igual si es en un centro comercial, o por la calle… hay señoras que se me acercan, me cogen la mano y me recuerdan lo que querían a mi madre«. Un testimonio que deja claro que da igual el tiempo, la marcha de Rocío Dúrcal fue y no fue, porque ella sigue presente en la vida de la mayoría de las personas.
Un sueño no cumplido
Rocío Dúrcal se fue sin poder cumplir su último deseo profesional. Ella quería grabar un disco con los artistas «jóvenes» (así lo contó Carmen Morales) que en ese momento estaban en primera fila: Alejandro Sanz, David Bisbal o Bustamante. Un sueño que… ¿quién sabe? quizá gracias a la tecnología pueda cumplirse en algún momento. Mientras, será Shaila Dúrcal, la hija pequeña de la cartista, quién le rinda homenaje a su madre en un disco que pronto escucharemos y donde «cantarán juntas».
Ayer hablábamos contrarreloj (es lo que tiene la radio); podríamos haber estado charlando con ella durante horas y horas y todo hubiese sido interesante porque cuando se habla de «la Dúrcal», el tiempo debería ser infinito.