Hace unos años, cuando se iba a casar su primo, le prepararon una despedida de soltero sin gogos, sin chicas de compañía, sin disfraces, aun que eso si con mucho alcohol. Alquilaron una casa rural en una de las sierras de Sevilla y allí que se fueron 10 hombres cargados con 50 cajas de 24 botellines de cerveza. La primera noche fue la mejor, estuvieron bailando y bebiendo hasta las 7 de la mañana, Julio recién operado del intestino, cosa que no le impidió que se enganchara una de las mejores fiestas de su vida. Se pasaron todo el fin de semana borrachos y sin ningún contacto con mujeres, incluso se iban a una rivera que tenían al lado de casa a bañarse en bolas todos juntos. El último día fue un poco más flojillo pero por que se quedaron sin cervezas, que sino hubiera sido igual que los demás.
Una despedida de soltero muy peculiar
Redacción Radiolé 22/03/2012, a las 08:42