Cuando Nacho cumplió los 18 años hizo una fiesta en su casa con toda su familia, y después de comer su abuelo se lo llevó por ahí. Se fueron a un bar y le invitó a unas cuantas cervezas, cuando ya iban un poco “contentos” su abuelo se lo llevó a un club de alterne. Nacho se negó a entrar ya que él no estaba de acuerdo. Y se llevó a su abuelo con sus amigos de fiesta para que supiera como se ligaba hoy en día.