Hace unos años cuando volvían de vacaciones Librada, su marido, su primo y su tío de Castellón el coche les dejó tirados en mitad de la carretera. Con tan mala o buena suerte que fue al lado de un campo de mandarinas, así que se pasaron las 2 horas comiéndoselas hasta que viniese la grúa y el taxi. Incluso hasta se dividieron por grupos para ver cual era la zona en la que mejor estaban. Cuando vino el taxi no tenían bolsa para llevárselas y se las tuvieron que llevar “puestas”.
En mitad de un campo de mandarinas… ¡¡pues a comer!!
Redacción Radiolé 25/04/2012, a las 12:55