A Marisa le pasó algo parecido a Rafi, pero ella se meo encima y en mitad del bar, y es que era un sábado y habían quedado en ese bar, pero no encontraban aparcamiento, así que estuvieron mucho rato dando vueltas, y Marisa se estaba meando y no aguantaba más, así que entraron al bar, y cuando se quiso dar cuenta estaba abrazada a su marido, y el camarero echando serrín alrededor de ella. No han vuelto a ir en la vida.
¡¡Mearse encima, pero no de risa!!
Redacción Radiolé 07/05/2012, a las 12:04