Su amiga llegó a su boda con una caja muy grande y ella pensó que era un buen regalo… cuando vio las figuritas se quería morir. Los tiene escondidos en el desván. Para quitárselos de encima tendría que pagar.
Es lo más feo que le han regalado en su vida. A la que se los regaló le ha dicho que se los ha llevado a su pueblo.