Cantores de Híspalis y Pascual González

En 1976, Juan Luis Calceteiro Ruiz (Juani) y Pascual González fundaron el grupo al que después se incorporaron José Antonio Rua y Rafael Ojeda ‘Fali’ (padre de Falete). Esta fue la primera formación de Cantores de Híspalis. “Cosas de mi tierra” (1978) fue su primer disco de sevillanas, grabado en Tonstudio Braun, una iglesia de Küschnat (Suiza) convertida en estudio por Freddy Braun, ingeniero de sonido de los Rolling Stones. Un novedoso disco en el que utilizaron la tecnología instrumental de vanguardia, sin perder la esencia andaluza.

Su época dorada fue la década de los 80s, en la que lanzaron numerosas producciones, títulos como “Adelante” (1984), “El autobús de la primavera” (1985), “Superandalucía” (1986), “Gente güena” (1987) o “Por la paz” (1989). Lograron números uno en las listas de éxitos internacionales (en 46 países), la Sociedad Fonográfica Europea les otorgó, en Düsseldorf, el Gold Premium "La Voz de su Amo" a la mejor producción continental por su disco “Danza” (1988), cosecharon múltiples Discos de Oro y Platino y tienen cinco Discos de Diamante (gracias a títulos como “A bailar, a bailar”), ofrecieron conciertos con orquestas sinfónicas, hicieron montajes de grandes espectáculos… Cantores de Híspalis elevaron el folklore a cotas tan altas como insospechadas, sin precedentes en la historia de la música de Andalucía.

En 1989 ‘Fali’ y José Antonio Rúa dejan el grupo y son sustituidos por Carlos y Mario Ruiz González. A mediados de los 90s, el grupo se separa y cada uno de sus componentes emprende proyectos en solitario. Por un lado Pascual González, y por otro Carlos, Mario y Juani. En el año 2000 deciden reunirse con el nombre de Pascual González y Cantores de Híspalis y publican “Sevilla reza cantando” (2000). Siguen galas, ferias, teatros, auditorios, espectáculos y nuevos discos como “La taberna de los poetas” (2002), “Esta fiesta es la caña” (2005). El 30 de junio de 2008 fallece Rafael Ojeda, ‘Falín’, víctima de un cáncer de colon.

En 2010, después de 6 millones de discos vendidos, celebran su 35º aniversario con el lanzamiento, en el mes de noviembre, de “La gran fiesta de las sevillanas. 35 años de éxitos”, un trabajo que el grupo considera “la apuesta más importante de nuestra carrera discográfica”. Contiene una selección de sus sevillanas más populares encadenadas (además de alguna inédita) y participan más de 30 grandes artistas españoles (David Bisbal, El Arrebato, Pasión Vega, Queco, “El Sevilla” de Mojinos Escozíos, Miguel Poveda, Manolo Escobar, Raimundo Amador…). En poco tiempo es Disco de Oro y entra en el Top 10 de los discos más vendidos.

Justo un año después, en Noviembre de 2011, aparece la segunda entrega del disco anterior: “Queridos compañeros. La gran fiesta de las sevillanas Vol. II”. El nuevo CD+DVD de Cantores de Híspales, recoge las sevillanas de mayor éxito regrabadas con cada uno de los intérpretes que en su día las hizo famosas. Con este disco, el grupo pretende rendir homenaje a todos los compañeros de profesión que se han dedicado a este género popular. Participan más de 50 artistas (Requiebros, Maria del Monte, Romeros de la Puebla, Marismeños, Pepe de Lucía, Ecos del Rocío, Chiquetete…) interpretando otro medio centenar de sevillanas. A finales de 2012, el cuarteto publica “La pasión según Andalucía”, una obra en la que plasman el sentimiento de la celebración y las vivencias de la Semana Santa. Su primer single es “Tierra de Dios”.

En Octubre de 2013, Cantores de Híspalis y Pascual González hacen las Américas por primera vez en 30 años. Entre otras presentaciones, participan en el Desfile de la Hispanidad que atravesó Manhattan por la Quinta Avenida en una carroza. La experiencia les marca y queda reflejada en “La Gran Manzana. La gran fiesta de las sevillanas Vol. III” en el que muestran gran parte del repertorio que llevaron a Estados Unidos: “A bailar y a bailar”, “Que no nos falte de na”, o “Tócala, tócala, América”, que versionan con una nueva letra para todos los países hispanoamericanos. Lanzado en Diciembre de 2013, es la entrega final de la trilogía ‘La gran fiesta de las sevillanas’.